Famosos que perdieron en el juego

Riesgos del juego: 5 pérdidas masivas de famosos

Un par de cientos de dólares perdidos en una apuesta con los amigos o en una visita a un casino pueden estropear el estado de ánimo y provocar una cierta decepción. Es agradable poder detenerse a tiempo y no tentar a la suerte cuando, obviamente, se le da la espalda. Pero estar en posesión de fondos sólidos es a veces demasiado relajante. Los famosos pierden mucho dinero y no se dan cuenta de cuánto pierden en momentos de riesgo imprudente. He aquí una selección de casos de pérdidas globales de celebridades mundiales.

Michaela Jordan perdió una fortuna apostando

1. Las apuestas de golf de Michael Jordan

El jugador de baloncesto más popular se convirtió en un símbolo de una época, y también promovió una marca de ropa deportiva. La leyenda del baloncesto también es conocida por su adicción al juego. Hace más de un cuarto de siglo, el hombre visitó un casino en Atlantic City y gastó allí más de 150.000 dólares. Pero no fue esa pérdida la que resultó ser la mayor de su vida. Una apuesta con el empresario Richard Eskinas se refería a las apuestas de golf, y el deportista perdió entonces 1.250.000 dólares. A mediados de la década de 2000, Jordan admitió ante los periodistas haber cometido actos imprudentes y haber intentado sobrepasar los límites. Según el jugador, una afición se convierte en manía si uno está dispuesto a poner en riesgo a su familia.

Pamela Andersen perdió una fortuna apostando

2. El interés de Pamela Andersen por el póquer

La actriz y modelo se hizo famosa no sólo por sus papeles en el cine y sus escándalos íntimos. El juego también ha contribuido a la popularidad de la espectacular imagen de Pamela Andersen. Su afición al póquer la lleva a visitar regularmente varios casinos de Los Ángeles. Se rumorea que la noche más desafortunada de Pamela se ha saldado con 250.000 dólares en efectivo. Aunque no se ha hecho pública la cuantía de sus ganancias, cabe suponer que también ha complementado su fortuna personal con el póquer.

Charlie Sheen y el juego

3. El juego de Charlie Sheen

El actor estadounidense es más conocido por sus legendarios papeles en las comedias de Hollywood. Pero las drogas y las bebidas alcohólicas han empañado un poco su fama. Frente a estos malos hábitos, la adicción al juego pasó a un segundo plano, aunque Charlie pasaba mucho tiempo en los casinos. Podía gastar hasta 200.000 dólares en una semana y su gasto total en actividades de juego se estima en 2.500.000 dólares. La combinación de diferentes hábitos negativos conduce a veces a resultados desastrosos.

Wayne Rooney pasa su tiempo libre apostando

4. La adicción al juego no confirmada de Wayne Rooney

El legendario delantero de la selección inglesa de fútbol, además de talentoso entrenador, suele pasar su tiempo libre apostando. La perspectiva de predecir los resultados de los partidos no interesa al deportista, más curioso por el blackjack y la ruleta. El futbolista gastó una vez 700.000 dólares en sólo dos horas. Pero Wayne no admite una adicción, incluso después de tales pérdidas masivas. El hombre afirma que es sólo el aburrimiento lo que le lleva a jugar. Sin el tiempo extra, nunca visitaría los establecimientos correspondientes y no gastaría dinero en ellos.

El actor de Hollywood Ben Affleck pierde una fortuna en el juego

5. A Ben Affleck también le gusta el póker

El ex prometido de Jennifer López complace a sus fans tanto con sus papeles en el cine como con su trabajo como director. Sobre los hábitos de juego de la celebridad también se sabe mucho. Según Affleck, dejó de jugar al póquer en las instituciones de Las Vegas después de ganar el primer puesto en las Series Mundiales de Póquer en 2004. Debido al título, simplemente se le prohibió el acceso a los casinos locales. Las buenas habilidades no impidieron que el actor perdiera 400.000 dólares en una noche mientras interactuaba con una máquina tragaperras. Además del póker, el hombre también respeta el blackjack. El personal de los establecimientos de juego adora a este visitante por las generosas propinas, que a veces alcanzan los 150.000 dólares.

El abuso del juego y la adicción al mismo pueden afectar a un hombre de cualquier nivel de popularidad y capital. Las personalidades populares prefieren ocultar sus altibajos en este ámbito. Cuando las sumas se vuelven prohibitivas, el público se entera de repente de la adicción del ídolo a través de la prensa. En la era de Internet y de la radio de boca en boca, ocultar cualquier cosa es excesivamente difícil; las noticias felices y espantosas impresionan a los fans y les dan la oportunidad de aprender de los errores de sus estrellas favoritas.